lunes, 27 de diciembre de 2010
De toda lección, se saca una conclusión.
Esta noche he aprendido lo que es "echar de menos" y que quince minutejos me valen si estoy contigo. Que amigos de toda la vida pueden volverse grandes desconocidos. Que escuchar a la gente, es el mejor remedio y el peor veneno. Que el amor es capaz de volverte loca, hacerte reir y llorar en menos de dos décimas de segundo. Que la confianza es la base de cualquier cosa. Que en realidad no nos conocemos ni a nosotros mismo. Que los pocos amigos que te apoyan en la caida son mucho mas fuertes que los que te empujan. Que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de Mamá. Que el "nunca más" no se cumple, y.. Que el "para siempre", siempre termina. Que mi familia, con sus diferencias, está aquí, conmigo. Que hay cosas que nos disgustan, palabras feas, malas caras, malos gestos. Que hay cosas que nos encantan, los helados en verano, los besos, las fiestas, la ropa nueva, el olor de la lluvia. Que no hay nada mejor que ser quien eres, y que te importe una mierda lo que digan el resto. En eso se basa mi teoría, en que todos somos diferentes, pero no tanto como pensamos, nos distingue un color de pelo o de ojos, un colegio, un estilo al vestir... pero nada más. Somos personas, y nos deberiamos respetar por eso, y ser felices día día sin importarnos el resto.