Eres las ganas de seguir y las ganas de rendirse. Los "te quiero" más sinceros y los "te extraño" más falsos. Todo lo que hice lo hice por el motivo de no tener motivos. Pero en el fondo, el único motivo siempre has sido tú. Y así seguiremos siempre. Yo te diré que te echo de menos aunque sea mentira porque sólo quiero que me lo digas tú a mí, aunque sepa que también mientes. No tengo ganas de sonreír si no eres tú quien me busca las cosquillas. ¿Qué le voy a hacer? Puedo esconderme debajo de la cama. Total, da lo mismo; no vas a venir a buscarme. Siento quererte para mí en lugar de querer que seas feliz, pero es que no puedo evitar querer cuidarte. Sé que yo te daría lo mejor de mí y no me gusta la idea de que compartas tu vida con alguien que no te ofrezca absolutamente todo lo que tiene. Ahora ya sé qué deseo voy a pedir en cada uno de mis próximos cumpleaños. Te daría mil millones de oportunidades para romperme el corazón y a cambio sólo te pediría una para defraudarte.